martes, 22 de abril de 2014

WILLKOMMEN NACH UNSERE KINDERKRIPPE! /// ¡Bienvenido a nuestra guardería!

¡¡¡BIENVENIDO A NUESTRO BLOG!!!

Primeramente, darle las gracias por visitarnos. Por, siquiera, haber llegado hasta esta tercera frase del blog que hoy se inaugura. Por atreverse. 

Hala, ya puede cerrar la ventana del ordenador, móvil, o tableta. Ya nos damos por satisfechos. Que, con ésta, ya van siete frases leídas. 

Pero no sólo le recomendamos que no se vaya, sino que le invitamos a continuar leyendo, tanto hoy, como cada cierto tiempo, aunque sólo sea para comprobar que este blog no es el de una, llámese, guardería, centro de educación infantil, kindergarten, centro de recreo y cuidado infantil, o kinderkrippe al uso, sino que es algo más. 

Tampoco mucho más, vamos a ver. La pretenciosidad o ambición exacerbada tampoco es una de nuestras virtudes, aunque lo que sí les aseguramos es que lo que verá en este blog no lo verá en el de ninguna otra guardería. Si no el tema, al menos sí la forma de tratarlo. Sin apósitos ni vendas. A tumba abierta. Sin paños calientes ni cortapisas. Con las ventanas abiertas, como tenemos ahora las de nuestra guardería. Porque es así como se deben tratar cuestiones tan importantes y serias como la Educación Infantil.

Hay quien piensa lo pequeño que eres. Y hay quien piensa lo grande que puedes llegar a ser.

Ya le dije que éste no sería un blog de una kinderkrippe normal. Y digo kinderkrippe porque la inspectora no me deja decir que somos una Escuela Infantil, ya que nos pueden denunciar por ello. Que no se preocupe. Total, tampoco queremos serlo. La denominación de Escuela debería usarse únicamente a partir del colegio, ya que hasta entonces el niño debería dedicarse en exclusividad a APRENDER A VIVIR, y no a "aprender a estar en la escuela", como hoy en día se ejecuta en España a los niños de 0 a 6 años, mediante libros, tan caros como inútiles, que para lo único que sirven es para tres cosas: talar árboles para su fabricación; confundir al niño con conceptos para los que aún no está preparado neuronalmente (algo científicamente probado reiteradas veces); y rentar al editor, distribuidor, y director de la Escuela Infantil de turno. Eso que no falte. Por supuesto. 

Así que, dado que en nuestra kinderkrippe los niños hacen un día a la semana bizcocho, juegan cada día una hora al sol en el parque con arena, pintan libremente, juegan en libertad utilizando su imaginación, cuidan y riegan las plantas que depuran nuestra kinderkrippe, y hortalizas que nos comemos cuando crecen, y en resumen, APRENDEN A VIVIR: NO, NO somos Escuela Infantil. 

Y a mucha honra.